Lo mejor, el resultado

Partido de dos caras el visto esta noche entre el O. Lyon y el Barça. Los culés empezaron con una alineación más o menos normal. Mi única duda era el lateral izquierdo, pues me esperaba a Silvinho y a Puyol en el centro de la defensa siguiendo a la estrella gala, Benzemà. También me esperaba a Keita en el centro del campo. En estos encuentros fuera de casa la experiencia es un grado y Sergio todavía no la tiene.
A los pocos minutos, una falta botada por Juninho Pernambucano desde la banda izquierda del ataque francés se coló en la meta de Víctor. Este chico vuelve a recordarme al de hace unos años, cuando siempre nos hacía sufrir con algún error de bulto. El equipo se vio con un gol en contra en los primeros minutos y lo acusó durante buena parte del primer tiempo. Los franceses presionaban fuertemente el centro del campo del Barça y Xavi no podía distribuir con claridad. Eto'o tuvo el empate, pero su disparo chocó en el poste de Lloris. Benzemà pudo ampliar el marcador pero tras fajarse con Márquez su balón impactó en el poste de Víctor. El Barça no llegaba con claridad y apenas inquietó a la defensa gala hasta el descanso.
En la segunda mitad, el Olimpique bajó muchos puntos la agresividad mostrada en la primera parte y el Barça se hizo con el mando del partido. Sin embargo, el primero en disparar fue otra vez Juninho en una falta lejana, que Víctor paró con problemas. Alves lo intentó poco después, pero su disparo de falta, tras tocar en Grosso, fue rechazada por Lloris cuando ya se colaba. El Barça creaba más peligro a balón parado y, tras varias ocasiones fallidas, Henry empató el partido tras cabecear en el segundo palo. Se pudo ganar, pero el equipo se conformó con el resultado en los últimos minutos. Messi seguía sin aparecer: lleva unos partidos un tanto ausente, y el equipo lo está notando.
En resumen: lo mejor, el resultado. En un partido de estas características, marcar fuera de casa es un seguro. Lo peor, la enésima pifia de Valdés y la ausencia de Messi. En condiciones normales no tendriamos que sufrir en el partido de vuelta en el Estadi...

Tanto va el cántaro a la fuente...

No me daba buena espina (antes de empezar) el partido de ayer tarde en Sevilla. Las notables bajas en el centro de la defensa y la no alineación de Messi me dieron a entender que nos costaría mucho trabajo sacar los tres puntos en el Ruíz de Lopera. No sé por qué Guardiola da descanso a Messi en los partidos fuera de Barcelona; en teoría, son los más complicados de ganar y, sin embargo, le deja sentado en el banquillo durante una hora. Si las cosas no van bien (como en las últimas salidas), toca remontada. Eso, si llegas a tiempo de conseguirla; si no, te dejas dos puntos, como pasó ayer.
El choque comenzó como esperaba, es decir, con el Betis presionando la salida desde la defensa azulgrana y esperando una contra. A los 18', Melli adelantó a los locales de un buen cabezazo a la salida de un corner, y a los 25' Mark González batió a Valdés de un fuerte disparo, tras un grave error de marcaje por parte de Alves. El partido se ponía peliagudo muy pronto y algunos ya celebraban la derrota del Barça en la “Z”. A raíz del segundo tanto, el equipo se entonó y empezó a llegar con cierta asiduidad al marco de Ricardo. Pero no fue Eto'o hasta el 45' quien le batió, tras aprovechar el rechace de un penalty a Iniesta que el camerunés había fallado.
En la segunda parte, el Barça salió convencido de que se podía ganar el partido y cercó el área de Ricardo. Los andaluces tan solo llegaron a la portería de Valdés en alguna contra y a punto estuvieron de cerrar el partido en una de ellas, pero Oliveira salió en fuera de juego antes de anotar el tercer tanto. Guardiola metió en el campo a Henry, Messi y Bojan para dar más mordiente al ataque culé. Parecía que el empate llegaría pronto, pero Ricardo paraba todo lo que llegaba a su portería. No se produjo la igualada hasta el 84', cuando Eto'o se revolvió muy bien dentro del área y de tiro cruzado empató el partido.
Lo mejor fue, una vez más, la entrega de los jugadores; lo menos bueno, que siempre encajamos unos goles bastante absurdos y luego nos cuesta mucho arreglar el desaguisado. Por fin tenemos una semana entera sin partidos para poder centrarnos en el derby del sábado ante el Espanyol y la eliminatoria de octavos en la Champions, que ya está muy cerca...

Ni el cansancio puede con el Barça

Partido frío el que hemos vivido esta tarde en el Estadi por varios motivos. En lo climatológico, porque hacía un viento que nos dejaba helados. También ha sido frío porque estamos acostumbrados a levantarnos en más ocasiones para celebrar goles o jugadas tipo Messi. Pero sobre todo, frío ha sido el juego cansino visto hoy. Me sorprendió negativamente el planteamiento del Sporting, más que nada porque su entrenador dio a entender que el Getafe puntuó en el Camp Nou gracias a su apuesta valiente en el planteamiento. Nada más lejos de la realidad. Manolo Preciado cerró líneas delante de Lafuente, con un 4-5-1 en su propio campo. Claro, ante la falta de espacios, y “la chispa perdida”, en palabras de Guardiola, nos costó más de lo normal abrir la lata. Oportunidades seguimos creando, pero no tenemos el mismo instinto de hace unas semanas. Parece que enero se nos ha hecho muy largo, y solo espero que este mes de febrero, más descansado -en teoría-, recuperemos ese instinto.
En lo futbolístico, los primeros minutos fueron de posesión total del Barça, que no podía con la fuerte defensa asturiana. Lo más destacado, un cabezazo de Henry que Lafuente desvió a corner. El Sporting apenas pasaba de medio campo. En la única ocasión que llegó a puerta, sacaron un corner, y tras el rechace que le cayó a Iniesta, este cruzó todo el campo y cedió a Henry, que centró para que Eto'o anotara el primero. Era el minuto 20' y hasta el 40' que volvió a marcar el camerunés, el juego se realizó en el campo del Sporting, aunque sin oportunidades claras de gol. En el 40' una bonita jugada empezada por Messi fue rematada por Eto'o a gol, tras driblar a su defensor. Terminaba la primera parte con el partido casi resuelto.
En la segunda mitad, el Barça siguió controlando el partido, aunque bajó la intensidad. El Sporting no creaba ningún peligro y se limitaba a no salir goleado. En el 65', Alves recogió un rebote dentro del área, se deshizo de su marcador y fusiló a Lafuente. Dos minutos después, Kike, que no llevaba ni un minuto en el campo, batió a Valdés por bajo, a la salida de un corner. De aquí al final, el Barça se pareció más al de Copa que al de Liga.
En resumen; tres puntos más en un partido poco vistoso. Messi estuvo desaparecido; Cáceres, bastante entonado. Y lo menos bueno; que una vez más nos hacen un gol en el único disparo a puerta del partido...

Eto'o volvió a abrir el partido
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Vícios del pasado

Henry y Bojan, fabricaron el primer gol
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Me esperaba un Barça más ambicioso ayer noche en el Estadi. Esta vez, en la alineación de Guardiola, había más titulares que en otras ocasiones, y pre-suponía que el cauce sería distinto.A los pocos minutos me di cuenta que el partido sería un tostón, como la primera parte contra el Espanyol, la semana pasada. Me recordó mucho a los últimos años del Barça de Rijkaard. Un equipo sin ilusión, muchos errores en pases fáciles, poca concentración, cierta desgana, sin presión al rival... Menos mal que los equipos de Manzano suelen ser muy cerraditos en defensa, y que dio descanso a varios titulares pensando en lo crudo que lo tienen en liga. Aún así, se ganó, que es lo principal y sin encajar ningún gol que nos hiciera sufrir en la vuelta.
Pocas acciones hay que destacar. En la primera parte un chut de Silvinho, que envió a corner Lux; una jugada entre Henry e Iniesta, que fue la mejor jugada del partido; dos pillerías de Bojan dentro del área y un buen gol de Henry, tras un gran centro del de Linyola.
En la segunda, mas de lo mismo. El Barça se replegó un poco en su campo, y el Mallorca salió de la madriguera. A los diez minutos Pep dio entrada a Sergio y Messi, que activaron un poco a sus compañeros. El argentino hizo una diablura de las suyas en una arrancada, pero Josemi impidió que llegara a portería en última instancia. En el 73', Márquez redondeó el marcador con un gran gol de falta. Hasta el final el equipo se conformó, durmió el partido y al poco público que se acercó al Estadi.
En resumen: buen resultado en un partido muy flojo; los suplentes siguen sin aportar gran cosa cuando tienen la oportunidad; esperar un mes para el partido de vuelta en Mallorca, y sellar el pase a la final de Valencia...

5000 goles para seguir haciendo historia

Esta tarde tuvimos que volver a remontar, y ya van unas cuantas este último tramo de Liga. Tanto nos acercamos a la fuente, que al final el canto se nos romperá. En la primera parte hemos estado un tanto desdibujados; el Racing ha puesto una telaraña en el centro del campo que ha maniatado a los chicos de Pep. En la alineación culé sorprendía la falta de Messi. Quizá la acumulación de partidos este mes de enero, condicionó a Guardiola. Eso, o que se tomará más en serio la semifinal de Copa, y pondrá un equipo de mas garantías.
A los 10 minutos ya nos avisaron los cántabros con un fuerte disparo de Pereira quien, después de irse de Márquez, chutó, y Valdés rechazó al palo. Corrían los minutos y el Barça seguía sin ver puerta. El Racing creaba alguna jugada con cierto peligro y Valdés fue el mejor de los azulgranas en una primera parte que, sin ninguna duda, es de lo peor de la temporada.
La segunda mitad empezó como terminó la primera, con el Racing creando peligro en los corners. Henry tuvo la más clara del Barça, pero dos minutos después Pereira se la volvió a liar a Márquez y el arbitro decretó penalty. El gigante Zigic engañó a Victor y adelantó a los cántabros. Guardiola vio las orejas al lobo y metió a Messi en el campo. A los poco minutos un centro de Henry fue rematado al larguero por Xavi; Piqué no llegó al rechace y Messi. muy atento, empató el partido. Al igual que en Pamplona, el equipo se entonó tras el 1-1, buscó la victoria y la encontró a diez minutos para el final. El “crack” argentino controló con el pecho un balón rechazado por la defensa cántabra, y de fuerte volea con la derecha batió al portero Toño. De aquí al final, solo hubo “fútbol control” del Barça, que aún tuvo tiempo para perder por expulsión a Márquez y Piqué. Junto a Alves (por acumulación de tarjetas), se perderán el partido del domingo ante el Sporting de Gijón.
En resumen, vimos al peor Barça de la temporada hasta que entró Messi en el campo; el argentino es indispensable para el equipo y un bonito gol suyo pasará a la historia como el número 5000 del Barça en Liga...